Análisis básico de Escenas de Crímenes Violentos: Modus Operandi, Firma y Escenario.

La estación de los crímenes fue la que estadísticamente se demuestra como la de su mayor frecuencia, el periodo entre julio y septiembre. Esto ya fue sugerido por Leffingwell en 1892, mediante interpretación visual, en su estudio de los homicidios sucedidos en Inglaterra y Gales en la década de 1878 a 1887 y ha sido más recientemente confirmado por un estudio de revisión.

Por otra parte, la noche del 6 al 7 de agosto de 1888 –Martha Tabram– fue la de un lunes festivo, con luna nueva; la del 30 al 31 de agosto –Polly Nichols-, la de un jueves laborable con la luna en cuarto menguante. En septiembre, la noche del 7 al 8 –Annie Chapman– fue un viernes de luna nueva; la del 29 al 30, doble evento, noche de un sábado en cuarto menguante. La última noche del ciclo criminal, Mary Kelly, del 8 al 9 de noviembre, era la de un lunes de luna nueva, previo a un martes festivo (Procesión del Alcalde de Londres).

En ninguna de estas noches la iluminación lunar llegaba a un tercio de sus posibilidades, lo que implica que el asesino realizó sus actos en una gran oscuridad; sí bien en el tercero de dichos crímenes ya había amanecido y en el último –realizado en el interior con velas y un fuego ardiendo en la chimenea de la habitación- actuó sin duda con más luz.

Tras el asesinato de Mary Kelly de noviembre de 1888; ocurrieron otros asesinatos semejantes en la zona -Rose Mylett, Alice Mackenzie y Frances Cole, principalmente- de diciembre de 1888 hasta febrero de 1991; aunque semejante en cuanto al modus operandi, éstos casos no parecen contar con la «firma» del asesino.

La firma o tarjeta es aquello que podemos comprobar que un criminal hace en la escena del crimen sin que sea necesario para conseguir la muerte de su víctima, suele tener que ver con las fantasías del asesino y es habitualmente invariable.

Este asesino era un necrófilo y el componente principal de su firma sería el picquerismo, la obtención de placer sexual mediante el uso de un arma blanca (sustituto simbólico del pene) para  apuñalar, cortar o mutilar. En los asesinatos de Whitechapel esta se encontraría presente sólo en las canónicas y Martha Tabram.

Polly Nichols
Descubrimiento del cuerpo de Polly Nichols. Tomado de “Famous Crimes Past and Present” de 1902

El modus operandi (MO) sería el método, la sucesión de hechos empleados por el asesino para matar. El MO es más variable incluso para un mismo criminal y puede depurarse con el paso del tiempo. Por ejemplo, Martha Tabram murió apuñalada –en concreto, por una cuchillada en el corazón- pero las cinco víctimas canónicas fueron degolladas, lo que permitía al autor centrarse en las mutilaciones. Parece ser que el asesino se hacía pasar por un cliente. Una vez contratados los servicios de las prostitutas, éstas lo acompañaban o llevaban a un lugar alejado. Allí, situándose el criminal a su espalda como era costumbre en esos casos, procedía probablemente a realizar una asfixia mecánica por sofocación primero-para evitar resistencia, ruidos y sangrado- las tumbaba después con su costado izquierdo sobre el suelo y las degollaba con la mano derecha, cortando de izquierda a derecha para que murieran desangradas, si la asfixia no había sido completa. Posteriormente realizaba las diversas mutilaciones. Todo ello, en la mayoría de los casos, debió ocurrir de manera rápida, silenciosa y en la oscuridad.

El cuerpo de Catherine Eddowes
Descubrimiento del cuerpo de Catherine Eddowes. Tomado de ‘The Pictorial News’ del 6 de octubre de 1888

Hasta aquí los hechos básicos, en resumen en unas 10-12 semanas, el asesino había matado, en una pequeña zona de Londres, a 5 ó 6 mujeres, prostitutas, alcohólicas, enfermas, cercanas a los 50 años de edad…excepto Mary J. Kelly, una belleza notable y 20 años más joven que el resto, con la que cometió un crimen más brutal.

Esta es la llamada historia oficial, la que figura en los libros más ortodoxos dedicados a Jack The Ripper.  Sin embargo, otras corrientes le atribuyen un mayor número de asesinatos e incluso algunas propuestas establecen que sólo pudieron ser cinco, porque los crímenes formaban parte de un plan preestablecido, de base ritual. El número de víctimas resulta una de las  grandes cuestiones abiertas, ya que lo esperable de un asesino en serie, aunque se conocen excepciones, es que deje de de cometer crímenes si muere, lo detienen o le resulta imposible por algún otro motivo.

Yours truly,
Leonardo Ende

2 comentarios en “Análisis básico de Escenas de Crímenes Violentos: Modus Operandi, Firma y Escenario.

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